De la Depresión al Blog

A veces, solo a veces, me pregunto si a la gente le importará un carajo lo que escribo. No es que me quite el sueño, en serio. Pero la duda está ahí: ¿seré un pesado?
“Parkinson por aquí, Parkinson por allá.” “Venga la bici por un lado, la bici por el otro…” Lo entiendo. El menú temático es el que es.
La revolución de los dos años
Hace apenas dos años, antes del diagnóstico, si alguien me hubiera dicho que tendría un blog o que me plantearía publicar un vídeo… me habría reído en su cara. Habría sido impensable. Y ahora, sinceramente, ¡me parece cojonudo!
No me preguntéis por qué, pero aquí estoy. Y lo hago.
Mi cabeza ha dado un vuelco radical en muy poco tiempo, y esta nueva faceta de contar lo que me apetece. Es una necesidad.
Y ojo, papá sabe que mucha gente cuchichea a sus espaldas, pero no se lo voy a decir. Seguramente y os lo digo yo le importará otro carajo.
¿Por qué escribir?
¿Por qué me encanta escribir? ¿Por qué he dejado de preocuparme por si soy un pesado o si esto le gusta a alguien?
Porque lo que he pasado no fue solo físico; fue un túnel emocional profundo. Estuve metido hasta el cuello en el barro de la depresión y la ansiedad. Lo que ha costado salir de ahí, el precio que he pagado, solo lo sé yo. Solo yo.
De hecho, dos días después de conocer la noticia del Parkinson, solo a mí se me ocurre la brillante idea de irme a los Países Bajos a hacer un curso. En la foto de esos días salgo sonriendo… pero por dentro era una persona sin alma. Vacío total.

Pensad en esto:
hace solo dos años, si hubiera intentado empezar esta misma entrada, habría escrito algo así:
“AAAA vveeeces mme ppppppregunto... ¿Sssseré un pppeeesado?”
Pasar de esa lucha diaria con las letras, con el temblor inicial, con el cuerpo y, sobre todo, con la cabeza hecha un lío… a poder soltar todo esto de golpe, es mi jodida y monumental victoria personal.
Y por eso, de verdad, lo que piense el mundo es lo de menos.
Lo que viene
El día menos pensado le doy al botón de grabar, me lanzo con la cámara y os dejo muertos con un videoblog.
Estáis avisados.

